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viernes, 9 de marzo de 2012

Rogier van Otterloo [1976 NETH] On the move [mp3 @ 320 kbps ripped from original Vinyl disc]

El finado director de orquesta, arreglista, compositor y pianista neerlandés Rogier van Otterloo (1941-1988) es esa clase de figuras musicales hacia las cuales es casi imposible no sentirse conectado de manera casi inmediata por su actitud cool, despreocupada y generosa a la vez. En nuestro continente su nombre es prácticamente desconocido, pero en su natal Holanda su nombre es sinónimo de toda una época y una forma de hacer música por el gusto de hacerla. Su prematura muerte, a causa de un lamentable accidente automovilístico impidió que su nombre se proyectara hacia toda Europa. Sin embargo, en los países del norte de Europa, aledaños a los Países Bajos, su nombre es bien conocido y recordado por la vieja guardia como un hombre especialmente dotado para el trabajo que realizaba en televisoras como arreglista y compositor de temas tanto de programas televisivos
como del soundtrack de la película de 1973, Turks Fruit.

Yo lo descubrí tardíamente, hará un par de años, y su espléndido sonido setentero me pareció sensacional. Hoy tal vez algunos lo llamarían un precurso del llamado sonido lounge, ese tipo de música característica del afterhours, es decir después de la pachanga, la fiesta, el reventón, como para coronar la salida con una musiquita relajante que no pierda el toque de aventura y cierta no oculta sensualidad. Pues bien, eso es lo que se escucha en este espléndido disco de 1976, en donde todas las piezas fueron compuestas y arregladas por el propio Van Otterloo, acompañado de la orquesta Metropol, una de las más célebres orquestas holandesas, y un selecto pero pequeño grupo de músicos holandeses con experiencia en el jazz y la música de estudio, comandados por Hank Elkerbout en el piano y los teclados, y Martin Kershaw en la guitarra.

El disco es absolutamente fascinante, exquisitamente bien interpretado, y uno puede sentir incluso el gusto de los propios músicos al tocar esta música cálida y sin complicaciones, invitadora a abrir un digestivo al final de un largo día, que es exactamente lo que estoy haciendo mientras escribo esta nota, y los invito a que hagan lo mismo. Yo con un moscatel, y ustedes, con lo que gusten. Brindemos por nuestro buen amigo, Rogier van Otterloo, y por ustedes, que hoy nos acompañan y reviven su espléndida música. ¡Salud, Rogier, dondequiera te encuentres!

miércoles, 29 de febrero de 2012

L'ultima spiaggia [1975 ITA] Disco dell'angoscia [mp3 @ 320 kbps, ripped from original vinyl disc]

El rock progresivo italiano es uno de los géneros musicales más fructíferos de la década de los setenta del pasado siglo. A los interesados en profundizar en este asombroso movimiento no sólo musical sino cultural, les recomiendo la extensa entrada en Wikipedia que hace ya algunos años hice al respecto, y de la cual ya hay versiones al inglés (muy breve y sintética), al italiano (más breve aún) y al húngaro, que en realidad es apenas un esbozo en torno al rock progresivo sinfónico. Ninguna de las previas tiene una pretensión casi enciclopédica, y son apenas para consulta rápida. Recuerdo que cuando estaba redactando la entrada, uno de los administradores y editores de Wikipedia me contactó para preguntarme por las razones de la evidente extensión del artículo y si era necesario fuese tan extenso, a lo que mi respuesta fue que sí era necesario,
de modo que al entrada en español no sólo es más extensa que las versiones señaladas, todas hechas con posterioridad a la mía, sino más completa, aunque sólo se refiera al rock progresivo de los años setenta.

Como sea, al mundo del rock progresivo italiano le dedicaremos una semanita próximamente, pero en tanto eso ocurre, comparto de nueva cuenta un disco del que no existe versión en formato digital, y la única disponible en la web es la que ahora comparto, y que fue compartida en la versión anterior de la Fonoteca. No se trata precisamente de un grupo, en el sentido de un grupo establecido que surgió con un fin ulterior. L'ultima spiaggia, disco dell'angoscia es el resultado de un proyecto de estudio comandado por Ricky Gianco, quien reunió a un grupo de instrumentistas de estudio con el fin de promover el surgimiento de un nuevo sello discográfico, sin mayores preenciones. Si el disco obtuvo algún éxito fue más bien en el extranjero, donde los coleccionistas lo buscaban (y lo buscan aún) con ahínco y se volvió un disco de culto. No así en Italia, donde el disco pasó sin pena ni gloria, y donde rara vez se le presta atención. Pese a su carácter fragmentario, el disco es el resultado del auge del rock progresivo en Italia (vayan a la entrada en español para entender mejor el contexto), y el discurso subyacente, la historia de un hombre que sufre un accidente y durante su estado de inconsciencia observa el mal que aqueja al mundo, le da cierta coherencia. Como ocurre con la música italiana, aquí hallamos un eclecticismo musical que va más allá del mismo gpenero, fusionando tanto rock and roll como jazz, samba y otros géneros, lo que para la secta del rock progresivo no es algo muy bien visto. Sin embargo, me sigue pareciendo uno de esos discos olvidados a los que valdría la pena prestarles más atención.

Músicos
Ricky Gianco: guitar, vocals
Ninni Carucci: vocals
Nanni Ricordi: vocals
Gianfranco Manfredi: vocals
Ivan Cattaneo: vocals
Sergio Farina: guitar
Claudio Bonechi: keyboards
Hugo Heredia: sax
Gigi Cappellotto: bass
Tullio De Piscopo: drums
Ellade Bandini: drums

martes, 21 de febrero de 2012

Bach • El clave bien temperado • Angélica Morales [Alberto Cruz Prieto share]

Concluimos con las entregas de discos raros, descatalogados o imposibles de conseguir, editados originalmente en vinyl y que nunca pasaron al formato digital, hasta ahora. Y tal como lo ofrecí desde el principio, esta última entrega se la debemos a la generosidad del painista mexicano Alberto Cruz Prieto, uno de los mejores pianistas de la escena musical actual, con quien tuve la oportunidad de compartir una velada maravillosa hace un par de semanas, con motivo, precisamente, de la grabación que ahora nos ocupa.

Ya me había comentado Alberto hace tiempo de esta grabación, pero como era de esperarse, no existe en la web manera de conseguirla, y no sé siquiera si incluso la Fonoteca Nacional tenga en sus archivos el disco o alguna grabación de ella. Tampoco sé si el INBA tendrá alguna grabación viviendo el sueño de los justos en sus bodegas o en algún archivero empolvado.

Se trata de la que puede considerarse como tal vez la mejor pianista que haya tenido México, Angélica Morales von Sauer (1911-1996), quien debutó con la Berliner Philharmoniker a los 13 años de edad, recibiendo desde ese primer momento elogiosos comentarios y una bienvenida como sólo se le da a los grandes artistas, y su debut en el Carnegie Hall de Nueva York fue en 1929. Esta escasísima información aparece en la página oficial de las Cantatas de Bach (consúltese aquí), donde se asienta com o única grabación justamente la que nos ocupa, grabada en 1981 en el Steinway Hall de Los Angeles, California, para el sello Orion, en coproducción con el Instituto Nacional de Bellas Artes. Y aunque el disco parece es posible hallarlo on line para su compra, tiene nula distribución en México, y el propio INBA hace cero intentos porque llegue a los melómanos mexicanos. La personalidad de la Morales es legendaria, y el único reconocimiento que recibió, al parecer post-mortem, es el concurso de piano que lleva su nombre, y nada más.

Pero más allá de estas enojosas cuestiones anecdóticas, su interpretación de los dos libros del Clave bien temperado es monumental, y nos da una idea de su destreza y maestría frente al teclado, su dominio del instrumento. Se trata de una de las más notables versiones que se hayan grabado, y es una lástima que no sea tan conocida. Aquí, en la Fonoteca, nos enorgullece ofrecerla gracias a la generosidad de Alberto Cruz Prieto, quien nos proporcionó esta versión extraída directamente del disco de vinyl, sin ninguna otra información más que una calidad sonora apenas aceptable para la escucha (160 kbps). La portada que observan es de mi autoría y la agregué al archivo mp3 codificado o etiquetado para iTunes.



lunes, 20 de febrero de 2012

Pierre Henry • Musique du corticalart [mp3 @ 320 kbps from original vinyl album]

Tal como lo dije en el disco anteriormente comentado, el de Stockhausen, este es otro de esos discos de los que no estaba enterado tenía en mi fonoteca, y que ahora la Fonoteca comparte con ustedes.

Pierre Henry es uno de los padres de la llamada música concreta, un experimento o variante muy particular de la música electrónica experimental de los años cincuentas que se caracterizó por darle primordial relevancia al ruido, a su materialidad misma a través de la manipulación sonora. Si ya la música y las vanguardias musicales del siglo habían explorado otros territorios distintos de la melodía, ajenos por completo a ella, el siguiente paso lógico era no sólo explorar esa belleza oculta en las relaciones matemáticas entre tonos, brillos, alturas y demás, sino de plano darle su lugar al chirriar y al estruendo. Si ya Duchamp había creado los ready-mades, y había colocado un inodoro en el centro del mundo del arte, sólo faltaba que el ruido en todo su estruendor lo hiciera. Y eso fue exactamente lo que hizo Henry.

Musique du corticalart, o música del arte cortical, es el nombre de uno de sus trabajos más radicales y desafiantes, aunque también de los más datados. Salido directamente de la cabeza sin mayor intervención que la amplificación y cierta manipulación electrónica, el resultado es en verdad desconcertante. ¿Es esto música? Sin duda, es experimentación con el sonido, como lo habían sido sus Variations sur une porte et un soupir; sin embargo, es difícil decir que esto sea música, al menos en el sentido convencional, y de allí que su sitio en el mundo del arte sea similar al del célebre urinal: es algo que se presenta a nuestra atención, y frente a lo cual no queda más que el asombro y el desconcierto. No sé si quede algo más. Que cada quien lo decida por su cuenta.

viernes, 17 de febrero de 2012

Karlheinz Stockhausen • Musik im Bauch + Tierkreis [mp3 @ 320 kbps from Original Vinyl Disc]

No me pregunten cómo es que esta joya llegó a mis manos. Como con el disco que mañana compartiré, no recuerdo siquiera haberlo tenido hasta que el año pasado comencé a despempolvar mis viejos discos de vinyl (acetatos los llamamos en México) supervivientes del proceso de cambio hacia el formato digital y me fui topando con discos que recordaba haber tenido y aún conservaba, y otros de los cuales no tenía recuerdo alguno pero tenía. No sólo yo me emocioné con los hallazgos. Varios amigos también lo hicieron. Y más cuando les dije que iba a compartirlos en este mismo espacio. Y pues eso hago, justamente.

Esta grabación data de mediados de los años setenta del pasado siglo, e incluye dos obras, ninguna de las cuales ha sido editada en formato digital alguno. La primera es la que la portada del disco indica: Musik im Bauch, o Música en el vientre, una obra inspirada en los sonidos que el compositor escuchó un día salir del vientre (más bien, panza) de su hija Julika, de dos años de edad, allá por 1967. La otra obra es Tierkreis, basada u originada a partir de los doce símbolos del zodiaco.

Pese a que de esta última hay algunas grabaciones (dos al menos) más recientes, se trata de adaptaciones posteriores al concepto e idea original del compositor, y en los hechos, desde la aparición de esta versión en 1977, la casa disquera que las editó, Deutsche Grammophon, no las ha vuelto a editar, por lo que se trata de un disco fuera del mercado, y esta la primera vez que aparece completo para deleite de los amigos de la página. A disfrutar, pues, de esta primicia.

jueves, 16 de febrero de 2012

Antonio Zepeda [1980 MEX] Templo mayor [mp3 @ 320 kbps from Original 2 Vinyl disc Album]

Antonio Zepeda es uno de los músicos mexicanos más sui generis en la medida en que su trabajo se dirigió desde muy temprano hacia la exploración y recuperación de los sonidos de la música precolombina. Quizá haya que decir música precolombina como la entendemos desde Occidente, desde una cultura en donde la música tiene una finalidad de entretenimiento, de diversión, de apreciación de sus cualidades estéticas y constructivas, y donde todo el elemento ritual, sagrado, no existe.

Antonio Zepeda editó su primer álbum, Templo mayor, en 1982, en donde recopilaba trabajos previos para documentales y algunos espectáculos en vivo que el propio Zepeda había desarrollado en años previos. La recopilación de atmósferas y sonoridades precolombinas es asombrosa, y su capacidad para llevarnos a un universo sonoro de enorme riqueza y oníricas sugerencias. Sin embargo, es poco probable que los pueblos precolombinos usaran la música en la forma en que Zepeda lo hace en este y en sus trabajos posteriores, pues sabemos que el arte puro, es decir, aquel que se justifica por sí mismo ante un público, era algo inexistente entre aquellos pueblos. La música formaba parte de rituales y ceremoniales, y no era más importante que el resto de las actividades rituales y ceremoniales que la acompañaba, incluyendo danzas y recitación de textos, así como sacrificios. Tampoco existía la idea de autoría ni de creador artístico como la entedemos nosotros. No existen obras, con excepción de los pocos poemas que han sobrevivido, que tengan firmas o sean atribuidas a una persona en específico: ninguna escultura, ningún mural, ninguna edificación, tuvo una firma, un nombre de persona a la que estuviera ligada.

No obstante ello, el trabajo de Antonio Zepeda en este disco, fuera del mercado desde hace años, es realmente asombroso, y digno del mayor de los encomios. Tratándose de música contemporánea con instrumentos precolombinos que intenta recuperar cuestiones atmosféricas y narrativas ajenas al sentido original de la auténtica y posible música prehispánica, sus resultados son extraordinarios. Hay una narrativa moderna que intenta, como lo intentaban los poemas sinfónicos y en general la llamada música programática del romanticismo y de siglos previos, llevarnos por la historia y mitología de los pueblos preoclombinos de manera sumamente libre, un aspecto que evidentemente es más occidental: el de querer narrar historias con títulos y descripciones literarias. Este es un disco memorable y uno de los momentos más importantes en la historia de la música mexicana de los últimos treinta años.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Tamara Siniávskaya • Romances de Chaikovsky y Rachmaninov [Vinyl ruso + o - 1970s @ 320 kbps]

Continuando con la semana de los discos de vinyl raros e inconseguibles, hoy toca el turno a una grabación de la cual en los hechos no sé nada. Ni siquiera el año de producción o grabación. Algunas señas en eldisco de vinyl mismo, en el espacio final donde la aguja retrocede, parece indicar que el disco podría haber sido prensado en 1974, pues se ve un 74 precedido de otros números, pero nada garantiza que la clave numérica tenga que ver con la fecha de grabación. No obstante ello, al revisar los datos de la cantante, la soprano ruso-soviética Tamara Ilyinichna Sinyavskaia (Тамара Ильинична Синявская, en ruso) nació en Moscú en 1943, por lo que podría pensarse que dicho código numérico refiere, efectivamente, el año en que fue prensado el disco.

La escasa información disponible sobre ella está en ruso y en estonio, y merced ello es posible decir que ha cantado en países de la desaparecida esfera comunista, como la propia Unión Soviética y Corea, así como en Japón, Estados Unidos, Francia, España, y parte de su formación como soprano incluye dos años seguidos (1973 y 1974) en el Teatro a la Scala, en Milán. Grabó Boris Godunov bajo la dirección de Alexander Lazarev, Eugene Onegin (de Chaikovsky) e Iván el terrible (de Prokofief) bajo la dirección de Mtsislav Rostropovich, La novia del zar (de Korsakoff) bajo la direcciíon de Fuat Mansurov, Ivan Sussanin (de Glinka) y El príncipe Igor (de Borodin) bajo la dirección de Mark Ermler, entre otras obras notables. Su repertorio en el Teatro Bolshoi incluye los papeles principales para óperas como Aida, Rigoletto, La Traviata, Guerra y paz, La dama de picas, Carmen, Baile de máscaras, El trovador, Khovanschina, entre un largo etcétera.

La calidad sonora de este registro no es precisamente de excelencia, y por momentos parecería haber sido grabado unos treinta años antes. Sin embargo, la voz de la Sinyavskaia es suficientemente destacable como para vencer la calidad sonora monoaural del registro. Como virtud adicional, está el hecho de que se trata de un disco que recoge un repertorio que casi no ha sido grabado, y que aquí podemos escuchar de manera por demás solvente y elegante por una cantante que no sólo es capaz de recitar los versos de las canciones, sino que además las entiende y puede por ello mismo transmitir toda su fuerza expresiva y emocional, algo que una cantante europea que sólo siga la partitura difícilmente podría hacer.


martes, 14 de febrero de 2012

Couperin • Les Nations • The Jacobean Ensemble [1962 Vinyl @ 320 kbps]

La obra con que descubrí al gran compositor barroco francés François Couperin (1668-1733) fue la que ahora nos ocupa: Les Nations. Y más en lo particular los dos discos que forman la entrega de esta ocasión. No sólo porque fue un regalo de mi padre hace ya casi tres o más lustros, sino porque varios años después tuve la oportunidad de conocer a Neville Marriner, allá por 1995, cuando vino a México, a Bellas Artes, como parte de la gira promocional de su ciclo de las nueve sinfonías de Beethoven que acababa de grabar para Philips. Además de entrevistarlo para el diario en que por aquel entonces trabajaba, el desaparecido Unomásuno (lo que hoy circula con ese nombre no es un periódico), al maestro le mostré los dos discos que ahora nos ocupan, y su sorpresa fue enorme. No podía creer que desde tiempos remotos alguien, en el país más impensado, conservase semejantes grabaciones.

Por cierto, que cuando estos discos fueron grabados Neville Marriner todavía no llevaba el apeltivo real de sir, como desde hace años se le conoce, sino que, en lenguaje llano y simple, era otro pelado más entre los que andaban rolando por el mundo de la música con su patín.

Como sea, recuerdo que me preguntó cómo era posible que tuviese esos discos en mis manos. Los sacó de su funda con todo ciudado, mirando los surcos y el estado de casi perfecta conservación que tenían. Y guardándolos con el mismo cuidado con que los había sacado, me diho que extrañaba aquellos viejos días en que tocaba música de cámara con amigos y colegas. Después me los autografió, y me dio una extensa entrevista para el periódico, sin intermediarios lingüísticos, la cual apareció en la primera plana del suplemento Sábado, del mismo periódico al siguiente fin de semana, en una época en que entrevisté a una gran cantidad de músicos e intérpretes, incluido Maxim Shostakovich.

Las versiones que vienen incluidas en estos dos discos jamás fueron reeditadas en formato digital, y para la época en que conversé con Neville Marriner los discos tenían al menos quince o más años fuera del mercado, y si en aquella época de transición del disco de vinyl al formato digital no fueron reeditados, es poco probable que lo vayan a ser alguna vez. Las razones pueden ser varias. Primero, se trata de grabaciones muy viejas, pues este año cumplen exactamente medio siglo de haber visto la luz; el otro criterio podría ser que no es una interpretación historicista, como empezaba a surgir en el mercado; y finalmente, podría ser que este último argumento haya constribuido a que el sello recién nacido, L'Oiseau Lyre, se dedicara, como la fusión de Telefunken/Decca, a la música antigua con criterios historicistas y estas grabaciones no entraban en ese criterio. Sin embargo, las interpretaciones a cargo de The Jacobena Ensemble, formado por Neville Marriner y Carl Pini (violín), Desmond Dupré (viola), y Thurston Dart (clave), no son, en modo alguno, despreciables. Por el contrario, me parece se trata de uno de los más originales ciclos de estas suites, que usualmente suelen tener un acompañamiento bastante más amplio en cuanto a instrumentación y ornamentación: flautas y maderas suelen agregarse con generosidad siempre agradecible.

Sin embargo, aquí tenemos unas versiones realmente ascéticas, en la medida en que la ornamentación barroca ha desparecido casi por completo, y la instrumentación se reduce a las fuerza básicas de una orquesta de cámara: dos violines y un bajo continuo (viola y clavicémbalo), de modo que el sentido de auténtica música de cámara está reducido a su mínimo común denominador, para usar una fraseología matemática que no está muy fuera de lugar en este caso.

El resultado me parece afortunadísimo en este caso, pues la melodía fluye con total naturalidad, sin afectación alguna, entre distintas sonoridades y timbres, reduciéndose no sólo a su expresión más pura sino también más simple, permitiendo al oído apresar toda la fuerza expresiva de estas obras maestras sin distractores tímbricos, u orquestales si se les quiere llamar así. Sí, se trata de joyas discográficas que nunca, hasta hoy, habían emergido en la web. Nos compalce que sea la Fonoteca la que ahora comparta con ustedes este tesoro que las disqueras les han escamoteado durante medio siglo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Bach • Konzete für 2 und 3 Cembali • Gustav Leonhardt [Vinyl rip @ 320 kbps]

Esta semana que empieza la Fonoteca tiene preparado una serie de entragas realmente especiales. La iamgen que abre esta entrada corresponde, literalmente, al disco que nos ocupa el día de hoy. O sea, tenemos una semana de discos de vinyl, llamados en México acetatos, que o bien no han sido reeditados o son sumamente difícules de encontrar.

Se trata de seis discos que he elegido de más de dos o tres docenas posibles y que personalmente he ripeado para ustedes, más un disco final que amablemente nos comparte el pianista mexicano Alberto Cruz Prieto, quien hace unos días tuvo a bien compartir conmigo, y que ahora me toca hacer del conocimiento de ustedes.

El primero de los discos que comparto con ustedes es una grabación histórica realizada en los años de 1963 y 1964 por Das Alte Werke, la colección de música antigua que realizaron las disqueras Decca y Telefuken, de donde salió el nombre de Teldec, sello que finalmente se dedicó a la grabación de obras interpretyadas con criterios historicistas, y que en aquellos días no sólo era una novedad absoluta, sino un desafío al establishment musical de la época, lo cual les valió a quienes decidieron seguir esta corriente (Nikolaus Harnoncourt, Gustav Leonhardt, André Rieu sr., entre otros) críticas y reproche sde los más variopintos imaginables.

Se trata de una de las grabaciones pioneras con instrumentos de época, lo cual no sólo incluía la pretensión de tocar como se supone que podrían haber tocado en tiempos del barroco, sino además de la reducción considerable de instrumentos. Basta comparar esta grabación con obras de Bach con la del concierto de Brandemburgo por parte de Karajan y la Filarmónica de Berlín para percatarse de la monstruosidad que representa esta última frente al carácter abiertamente íntimo de la versión de Loenhardt. Hoy ya nos hemos acostumbrado a ese sonido atemperado, ligero y ajeno a la carga sonora y tímbrica de la orquesta sinfónica, pero en aquellos días esto era simplemente una herejía, y como tal, no pocos críticos hubieran quemado tales discos en piras humeantes y a sus intérpretes sobre ellas, como en el medievo. Afortunadamente eso no pasó, y emjor terminaron por callar quienes se opusieron, y lo que parecía una excentricidad, es hoy el criterio casi universalmente aceptado por disqueras y estaciones radiofónicas.

Johann Sebastian Bach: Konzete für 2 und 3 Cembali
Leonhardt Consort
Violines: Marie Leonhardt, Antoinette van den Hombergh
Violas: Wim ten Have (BWV 1062, 1063, 1064), Lodewijk de Boer
Violinchelo: Dijck Koster
Contrabajo: Fred Nijenhuis
Clavicémbalo y dirección: Gustav Leonhardt
Clavicémbalos solistas en BWV 1064: Gustav Leonhardt, Anneke Uittenbosch, Alan Curtis
Clavicémbalos solistas en BWV 1062 y BWV 1060: Eduard Müller, Gustav Leonhardt

martes, 24 de enero de 2012

Luciano Berio • Sinfonia • Luciano Berio, New York Philharmonic

La Sinfonía (1969) de Luciano Berio es una de las obras maestras del célebre maestro italiano, y surgió en un momento tan particular de la historia de la música académica europea que acaso se le podría considerar ya datada, en la medida en que mientras en toda Europa y en menor medida en Latinoamérica se gestaban movimientos sociales encabezados por la juventud, mismos que hallaron eco en la cultura de masas del rock y la canción de protesta, no menos que en la pluma de escritores, poetas y sociólogos, la música académica pasó prácticamente de largo, aislada de lo que sucedía a su alrededor. Por supuesto, alguien podría decirme que la obra contiene algunos de los lemas que se gritaban durante el movimiento del mayo parisino de 1968, el año en que la obra fue concluida; sin embargo, me parece que dicha adición fue más bien tardía, y dudo mucho que Berio hubiese siquiera contemplado algo similar en su proyecto original, de modo que su relación con aspectos sociales y políticos es apenas un rasgo tagngencial y tardío, que muy poco tiene realmente que ver con la complejidad de su estructura y sus exploraciones sonoras con la tradición.

No obstante esto, se trata de una de las obras más importantes del compositor italiano, y aquí la comparto en la versión original dirigida por el propio compositor, con los intérpretes que tuvo el día de su estreno, en una versión ripeada del disco de vinyl original, y que no ha sido reeditada desde entonces.

Columbia Masterworks MS 7268 (1969)

Luciano Berio: "Sinfonia"

Sinfonia Section I (6:31)
Sinfonia Section II (4:47)
Sinfonia Section III (12:21)
Sinfonia Section IV (2:58)

Chorus: Swingle Singers
Conductor: Luciano Berio
Orchestra: New York Philharmonic
Producer: Thomas Z. Shepard